Arrivederci, es una expresión italiana de saludo con un significado similar en todos los idiomas, una despedida temporal entre personas que se separan con la certeza o más bien la esperanza de volver a verse. Es imposible no recordar el nostálgico saludo al paso del transatlántico REX en Amarcord o la famosa escena final de la película 8 ½, en la que Federico Fellini hace pasar la «pasarela» de actores por delante de la cámara, quizá como metáfora de la vida a la que es difícil dar un significado de despedida o adiós.
En esta alegoría de las despedidas, de los viajes, de la ida y la vuelta, el lugar de las vacaciones se convierte en un microcosmos formado por los mismos rituales, las repeticiones y las mismas personas que se encuentran una y otra vez.
Cada vez que uno va al teatro, se abre el telón y comienza la representación, normalmente después de tres actos vuelve a cerrarse el mismo telón y el público, si ha disfrutado, aplaude a los actores en escena. Un hotel familiar al final también es eso, un espectáculo, donde cada uno intenta hacer bien su parte para merecer ese aplauso, como en una gran gira donde cada día los actores se enfrentan al escenario intentando dar lo mejor de sí mismos. Como cada año, al final de la temporada, el telón del BonSol se cierra, como en un teatro, todo se ordena y se pone en su sitio, quieto pero listo para la siguiente representación. Al contrario que en el teatro, donde casi siempre es el público el que aplaude a los actores, en este verano que acaba de pasar sentimos la obligación, es más, el deber, de hacer una reverencia y dar un gran aplauso a ustedes, huéspedes, nuestra audiencia, por habernos brindado otra maravillosa temporada juntos.
La despedida inicial no es sólo un deseo para nosotros sino también un reconocimiento a su regreso, gracias a los nuevos huéspedes por elegir el BonSol, gracias a los «veteranos» por renovar su confianza en nosotros y gracias a todos aquellos que temporada tras temporada, generación tras generación, deciden regresar a Mallorca, a nuestro pequeño rincón de paraíso, para seguir viendo el mismo espectáculo una y otra vez.
¡Adiós, y chapeau a todos ustedes, nuestros clientes!
¡Nos vemos a la vuelta!