SOSTENIBLE, ECOLÓGICO, CERO EMISIONES DE CO2
Siguiendo los pasos de nuestro fundador Antonio Xamena, el Hotel BonSol ha estado y está hasta la fecha muy preocupado por el medio ambiente y el impacto que los seres humanos tenemos sobre él.
El BonSol ha ido implementando medidas a favor de la ecología y por la sostenibilidad desde mucho antes de que estas se convirtieran en una tendencia. Teniendo, por ejemplo, paneles solares sobre el tejado del hotel desde hace más de 50 años, encontrando todo tipo de formas de optimizar recursos para reducir el impacto sobre el medio ambiente; como calentar la piscina climatizada del hotel con el calor producido por los frigoríficos de la cocina, creando agujeros en diferentes terrazas para dejar crecer los árboles en lugar de deshacerse de ellos, manteniendo unos 8000 m² de jardín (sin edificar) que requieren muchos cuidados para que los huéspedes del hotel puedan disfrutar de un microclima sombreado que limpie el aire y produzca oxígeno, utilizar el agua de las duchas después de filtrarla adecuadamente como agua para los WC… Estas son solo algunas de nuestras iniciativas para reducir el impacto negativo que pueda tener el BonSol, sobre la naturaleza.
Sin embargo, y debido al aumento del CO₂ en la atmósfera y a la creciente preocupación por el cambio climático, Martín Xamena, Director General y actual propietario del hotel, junto con su hijo Alejandro Xamena, gerente del BonSol, sintieron que el Bon-Sol no estaba haciendo lo suficiente, y se embarcaron en un importante proyecto en 2005 adquiriendo 250 hectáreas de terreno en Costa Rica, donde con la ayuda de un ingeniero especializado, se plantaron 220.000 árboles de teca para consumir no solo el CO₂ que el BonSol produce al año, sino también el CO₂ producido por los aviones que traen a nuestros clientes a Mallorca y de vuelta a casa. Además, se plantaron un gran número especies de árboles locales para fortalecer el ecosistema de Costa Rica.
El hotel está también comprometido con el reciclaje, la optimización del agua y, en honor a la devoción y el respeto que Antonio Xamena tenía por la naturaleza, sigue estudiando, continuamente, maneras para que el hotel sea cada vez más eficiente y tener un impacto negativo, cada vez menor, sobre el medio ambiente.